Música de Ida y Música de Vuelta by @Langile
Hay música por todas partes, pero dónde y cuándo se va convirtiendo en algo nuestro. Para mí la alquimia se produce en el camino entre mi barrio y el trabajo. La mañana del 25 de abril me acompañó The Indie Beat Radio y esto es lo que me ofreció:
“#10 (Nadir)” de HCM (2024) – @zacariasxatt
Llamémosla Nadir porque el nº10 es en realidad el decimocuarto track de “Possibilidades impossiveis” de HCM, un disco con mucha tela que cortar que daría para un largo análisis independiente.
“Music for those who can’t”. Si el ambiente es nuestra percepción en un espacio, “Possibilidades impossiveis” explicita el espacio en clave de música ambiental. Es un disco de geometría atmosférica y terrestre, pero libre de aristas o frialdad. Casi al final del recorrido nos encontramos con Nadir.
Nadir, el punto imaginario que conecta nuestros pies en la superficie con la línea imaginaria que sube desde el centro de la Tierra. La música no aparece desde allí abajo, desde lo subterráneo, nos llega desde el celestial track anterior. Ya en Nadir los sonidos cogen cuerpo sin llegar a solidifcarse, el aire y el tintineo se transforman en un fluido que cae arenoso y glorificado. Entonces, como lo imposible, se desvanece como una exhalación que te deja, en mi caso, al pie de un paso de cebra.
“spooky ceramic hamster” de attks th drknss (2025) – @attksthdrknss
Aquí tenemos el primer representante de esa extraordinaria criatura del fediverso musical que es el bonkwave (¿o será no-bonkwave?). Sabíamos que no tardaría en saltar alguno y lo esperábamos como agua de mayo. “spooky ceramic hamster” es el primer tema del disco homónimo, pero entra en mi mañana desde el tercer recopilatorio de ese bendito (¿o será maldito?) género desgenerado.
Cuenta dAVE que el corte nació de una jam session de cuyo nombre no puede acordarse. Las candidatas estás bien visibles en su web, por si alguien acepta el reto y para quién quiera seguir disfrutando de su música. Ah, este Quijote del dance experimental nos marca el paso para que podamos completar el juego de plataforma urbano con garbo. La electrónica familiar y el chasto consiguen un sonido fresco con aura clásica, perfecto no tropezar con bordillos ni mensajeros.
“Gas Station Carnival” de Coraline Ada Ehmke (2022) – @CoralineAda
Oh, maravilla. Continuamos en una tónica no vocal, pero muy distinta. Coraline Ada Ehmke fabrica, según la etiqueta que ella misma se aplica, música impopular. No significa en absoluto que sea música inaccesible.
El tema forma parte de “Five Lies Left”, su primer disco bajo la bandera de Sudre’s Violin. Sudre’s Violin nació cuenta en su web, para afianzar una transición exitosa, donde convivan el trabajo anterior, más analógico, y el que está por venir, más sintentizado. ¿Puede el track que nos ocupa servir de ejemplo para esto? Sin duda. “Gas Station Carnival” entra con una línea de bajo de carácter y una percusión personalizada que se encabrona entre componentes sintéticos para luego delegar parte de su energía a una guitarra que se integra sin grumos.
Si es una mezcla con mucha presencia lo que Ehmke quiere producir, sin duda lo consigue.
“Yosemite” de Аlpha Lambda Gamma (2022) – @Aarn0
Las primeras palabras del día. No os voy a engañar, no entiendo ni jota, pero no es culpa de la canción, es una característica mía: da igual en qué idioma esté escrita, la primera vez que escucho una canción no oigo las palabras, oigo la voz.
La de “Yosemite” es una voz grave que hace bien su trabajo. Rock experimental, que crece desde el desenfado hacia notas más densas. El Bowie más ligero se encuentra con los Smashing Pumpinks en casa de las Reinas de la Edad de Piedra. Es un encuentro amistoso y el desarrollo fluye muy bien.
En la segunda audición, cuando ya oigo las palabras, dudo. ¿Esperanza o suicidio? ¿Suicidio y liberación? Probablemente nada de todo eso, pero es una letra de buena factura, limpia, sólida, real.
“Every Goodbye” de Stefan Bohacek (2025) – @stefan
Lo casi último de este ilustre habitual del Comfy Channel (en la recordada Radio Free Fedi).
Regresamos a la música no vocal. Esto es dance soñador con un toque funky muy urbano, acorde con el tráfico de la soleada mañana. Es alegre, es una producción amable con los sentidos, los elementos no desbordan al oyente y forman un conjunto de aparente sencillez. Otro bajo interesante, el desgaste en el firme del sonido, la espera en el momento preciso, los detalles están ahí, sin embargo, para quien los quiera diseccionar.
“reminisce” de Socool (2022) – @socool
El ensueño cambia de fase y volvemos al sonido ambiental. En solitario o en buena compañía, Socool es un proyecto prolífico hasta límites insospechados que explora las regiones más evocadoras de la música electrónica. El título del track dice mucho de sí mismo. El título del álbum, “whenever I dream”, es igual de elocuente.
En “reminisce” no hay voz humana (sí la hay en otros temas de Socool), pero sí humanidad, en la nostalgia cumpliendo ese doble papel de protagonista y residuo. En este caso no es una nostalgia triste, el producto es atemporal, pero se distancia de la ciudad sólo poco a poco, con dulzura y sin reproches.
Es curioso, porque ha sido puro azar, lo bien que “reminisce” cuadra con todo lo anterior. Remata un círculo para que las pistas que han ido sonando hasta ahora sean una auténtica colección. Habría sido un cierre perfecto, pero no lo fue porque:
“Bercée d’illusions” de sknob (2024) – @sknob
Un buen día este músico publicó “Mirad, he hecho una canción con la inserte nombre de orquesta distinguida aquí“. A renglón seguido añadió “Tranquilo todo el mundo, sampleada” (lol).
La primera vez que oí “Bercée d’illusions” la orquesta me pareció lo de menos. Con esa voz suya, sknob nos enseña el resultado de una muestra de chanson sumada a su más que desarrollada personalidad musical propia. La composición de sknob desarrolla con maestría el dramatismo de los vaivenes, curvilíneo y vertiginoso, como el de una barcarola de feria. Sigue habiendo un componente onírico en todo esto, pero tiene un sabor diferente, lejos de la melancolía. Es una pasión arrastrada.
Para cuando este arrullo de ilusiones saltó yo ya estaba en la puerta del edificio en el que trabajo. Pero no sé decirle que no a sknob cantando en francés, así que llegué tarde. Nadie se dio cuenta. No me arrepiento de nada.
Gracias a los seis por hacer de ese camino al trabajo algo un poco más significativo.
