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#esunpone

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Lo trivial se embute de emoción,
almibar para la nada.
Lo que debería conmovernos
se entierra en vergüenza.

Estoy fuera del ruido,
lo que queda de mí se aleja,
va a descansar entre raíces
y renuncias, se encoge
hasta perder la forma.

He llegado a este pueblo fantasma,
desposeído, sin nadie
dentro, sarcófago de mí mismo.
Entré en la primera ruina,
encendí el hogar con el ceño,
pedí permiso al polvo
para soñar la tumba abierta.

Estoy hecho de esquirlas.
Entro en la casa de nadie
para desordenar el sueño.

Nada iguala al árbol.
No por su forma o su ascenso,
otros arañan nubes y vértices,
otros aprendieron a volar,
otros prometieron repartir la luz.
El hombre lo intentó,
fue un fracaso: manufactura,
barniz, demasiado esbelto,
sin heridas en la corteza.
Una y otra vez produjo
sombras útiles, chicles de clorofila,
quiso imitar el cobijo
crujiente de las ramas,
el sueño a salvo,
el salto cuando amanece
a un mundo recién parido.
Nada iguala al árbol
que conoce las orillas
y la pulpa, que resiste,
que nos piensa sin dominio.
Nada se mueve tan rápido
como para detener el tiempo,
para crearlo.
Nada iguala al hombre,
animal que no entiende,
máquina que todo lo malogra,
niño sin árbol para el ascenso.

VACACIONES

el mismo gorrión
la misma miga en su pico
sobre el mismo plato
a medio comer en la misma mesa
apenas una leve variación
un matiz en el color de la blusa
la leve oscilación del fondo
el tono de la rodadura de los coches
o la claridad de los murmullos
que parezca que hay gente
una miriada de elecciones
para llegar al mismo lugar
sin relleno ni sabor
que se desvanece por idéntico

temblar imitar asombros
decir con muecas que sentimos
buscarnos vivos en los rellanos
aturdir con bengalas la noche
y no ver no aprovechar el fogonazo
declararnos conmovidos
confiar en la sangre aguada

pero nos encerramos en patrones
en la repetición y la inercia
ya no buscamos
nuestro deseo se ha hecho fósil
una lista de tareas
la libertad de posar sin pudor
caminar por los decorados
de una realidad en bucle

no todo ha de ser consecuencia del daño
puedo renunciar
a explicaciones y urdimbres
habitar fuera
del cuerpo adicto
en el silencio retractil
permitir la criatura
desentender la promesa
atender lo impronunciable

desentenderme
no buscar sentido en el gorgoteo
de la razón que se asfixia
en una realidad sin aristas

hay calma en lo inconexo
se puede descansar en lo minúsculo
el cuerpo se hace máquina
si solo piensa
en alcanzar el cebo

también somos lo sin forma
lo que no nos ayudaron a nombrar

recuerdo la primera golondrina
trazo fulgor de iris
salto patas de barro nido alero
recuerdo dentro de mí los bosques
la nomenclatura gutural de las plantas
el nombre huella de las criaturas
el cristal gorgoteo añico umbria
lo que hay detrás
de lo que solo es delante
el cielo sin pellejo ni motivos
los astros punteando el misterio
mi espalda de nudos constelados
tu boca
recuerdo sobre todo tu boca
ofreciéndome el secreto tu boca
llevándome de los labios al sepulcro
a la quietud del claro
al silencio donde nació el lenguaje
capaz de extraer la astilla
de aliviar
el tiempo inflamado de esquirlas
recuerdo lo posible
la alucinación en mi garganta
despertar en el niño siendo pez
recuerdo la escalera
el olor a sangre del peldaño
todas las veces desciendo
y abajo larva
lo inminente con mellas en el filo
se mesa el canto y comienza
a quebrar la cáscara desde dentro

ALTOS HORNOS

hay muchas formas de aparecerse
por qué siempre eliges
ofrecer escenarios vacíos
repetir consignas con el cuerpo
parlotear para que no se advierta
que no hay nada
de ti en el muñeco que recorre
el territorio sin asombro
la imitación de un tiempo vivaz
tan rígido y tan tenso
tobogán hacia la boca marmita
que nos fundira en lingotes iguales

invoco la pereza del humus
el terreno liminal entre los huesos
la articulación de la sutura
amarra rota
que empiece a decir
y nos recuerde
el huerto blanquecino de abandono
el almendro arrojado a su flor
la senda entre bancales
recuperada para la malva y la culebra

hay muchas formas de aparecerse
vengo a que me habléis
de los rincones sin vigía
donde aún sois fuera
del personaje que os derrumba

TEJIDOS BLANDOS

no te endurezcas
el ser de roca acabará cayendo
desde alguna de las cornisas
de la realidad que asciende
sabré amar los añicos
pero no te conviertas en metal
no reflejes la carne dócil
en tu voz de viento niño
no te pliegues ni te encojas
para caber en la promesa
no te hagas puño ni mazo
mastica despacio haz papilla
la idea de flor y la de escombro
no aportes sangre al tocón
sobre el que se abandonan las gargantas
a su sentencia
sube al árbol sin cima acaricia
lo que será fruto sin tu opinión

amaré la orilla
me bañaré donde desenboques
me ungiré con lo que de ti alcance
el regazo de muselina y musgo
sedimento y no pirámide
ni monumento ni logro ni alabarda
no te endurezcas
no desprecies el pespunte
en la carne la ocasión
sobre este nudo que tiembla
la posibilidad de ternura
me quedaré a tu lado
pero no te niegues ni ensordezcas
puedes tumbarte en mí
puedes contarme la historia
no llegues rígido a la muerte

la belleza derretida en un cuerpo
que se reconoce levantado de la nada
cosido de tiempo y otras vidas
el cuerpo retal que somos
nuestros pliegues
todo lo que ha pasado
en nosotros la carne
por nosotros a través
sin que lo hayamos advertido

la distracción se desmorona
cuando reconocemos
en el gesto del otro
el paso que nos falta

queda una esquirla de carne
astilla en el paladar regusto
de roce y almibar sin importancia
olor a cuerpo y balbuceo
el hueco hondo de haber estado
junto a mí en este hogar
que aún late mientras limpio
sin borrarlas las mondas
de sustancia informe destiempo
sin relleno ni amenaza
los gajos de duda la boca
sucia capaz de tiento y orilla
tiempo con luz sobre los huesos
sobre el que nos hemos reclinado
estas horas de no ser
más que un nosotros
inventando los nombres de lo común

Recordatorio:

el poder, el canon, la academia, el dispositivo, el imperio

no toleran la crítica,

pero te exterminarán igual
si te muestras neutral o indiferente.

Solo lo que puede ser controlado, reprimido, encarcelado, tendrá permiso para existir.

estoy siempre en poesía
hasta cuando la servidumbre
parece devorar el oxígeno
o se pega a mi piel y me dice
soy armadura soy el mundo
hasta en el escozor asalariado
hay un hueco en el ánfora
de mi pecho un refugio
tinglado cueva que mantiene
el fuego la lengua de humo
en estado de espera de trance
para aguardar el brote la hora
propicia en que retorna el cuerpo
y arrastra todo el yo posible
desbrozado y sin astillas
que puedan ejercer de báculo
hacia la lámina de almíbar
cristal límite tentación resorte
y allí lo deja orillado a la espera
del monstruo sin lago disuelto
aún en la pena del día
y en ese final sucumbe se rinde
deja de ser un yo para licuarse
y volver a la carne del fruto
que tiembla y no dice que tumba
las manías la costumbre
de pedir más clavos más fosas
vivir en poesía o saber esperarla
asistir en calma a la muerte
de todo el cúmulo de medallas
manuales y niños ejemplo
de vía muerta ser en poesía
apoyarnos cuando el ruido
dejar que hable la grama
no necesitar la prescripción
de los poemas que contienen
presumen solo pruebas irrefutables
esos poemas baúl o inventario
desdecirnos desde mar
atrever la mano a la fauce
dejar por hacer lo evidente inmediato
aliviar con silencio tras el grito
recordar otros finales inventar
otros intentos la poesía no es
solo alivio no está solo en el verso
estar vivir perder esperar levantar
la casa en medio de la palabra
que deja de decir y nos disuelve

basta con aprender a huir
dar buenos los portazos
con saber levantar
los ojos abrir el cuello
a la palabra sin lobera
disfrutar los rastros
es suficiente una garganta
despejada nacer con la luz
treparnos bajar a lamer
la niebla que se retira
ser en silencio la renuncia
correr tras las bestias
basta con desperezarnos
para sabotear la pauta

PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LOS ZOOLÓGICOS

no dé de comer a
animales
máquinas
capitales
rincones
subterfugios
penumbras
inteligencias
enemigos
culebras
amantes sin sal
túneles
costras
charcas

no alimenten a las bestias
que nos matan
se aceptan sacrificios
nada diré
si te dejas devorar
por las flores de plástico

es imposible habitar
un paisaje que tiembla
una catástrofe de gala
es imposible mutar
dentro de una vela
que se consume y agota
la ladera olvida el risco
el risco escupe al cielo
el cielo se derrumba es
imposible soportar
la media vida conforme
a una carne que acata
y se deja ser pozo
patíbulo un cuerpo
sin miembros que late
en la inercia del mundo
desierto es imposible
entender el aullido
de una realidad sin tierra
pero aquí estamos
todo astilla y jaramago
epicentro sin ombligo
aquí mandíbula y renuncia
al juego de la náusea
aquí juntas arrojando
la cáscara de los objetivos
al suelo sin aspiraciones
que se aquieta

de repente lo roto
se recompone
se levanta con tu rostro
se eleva en tu cuerpo
pone una flor sin nombre
para que ascienda
por la garganta del mundo
y te acompase la lengua
con el silencio y los secretos
de los que fueron objeto roto
contra el suelo
añicos
final -descanso- de la cincha
duda borrón fragmentos
regresando a la fractura

lo roto sin lo agrio
se acurruca en su cicatriz
y espera
no le importa la muerte
sabe la fórmula de la raíz
sabe dónde dejó la tierra
arañada de caminos
sabe que del garabato
el pan
del pan el hambre
y la oportunidad
un hombre que renuncia a su daño

Continued thread

igual que tenemos derecho
y no obligación de perdonar
podemos convertir el rencor
en el primer párrafo del jardín

no quedarnos en el veneno
pero poder esputar esta ruina
dejar de dolernos
del grito al canto y el gañido
caer exhaustos en un charco de justicia
esta mente mueble bar sin costuras
la pulpa reseca de los afectos
desmenuzados reunirnos junto a lo vivo
resto después de tanta ponzoña
desmontar el aguante
y decir
no señor no
encima no voy a tocarle las
palmas
aquí dejo sobre su tumba
las postillas y los muertos
que usted apadrinó cuando aún
tenía voz
esa voz que decidió utilizar
hasta el final
como fortaleza para el privilegio